La grecorromanización
de la cuenca del Mediterráneo surge como resultado de una interminable cadena de guerras sucedidas a lo largo de los siglos 1 aC, 1 dC, 2 dC y 3 dC que impuso a los pueblos de la ribera del «Mare Nostrum» una conducción política común y una cultura global con dos lenguas mayoritarias.
La grecorromanización dio también conciencia de pertenencia y forjó entre los diversos pueblos un común denominador de identidad …
Los galos eran galorromanos, los hispanos eran hispanorromanos, los bretones eran romanos de Bretaña, etc.
Y en el mundo grecorromano ser ciudadano de Roma llegó a ser muy común entre los individuos de los diversos pueblos del imperio.
La Europa actual
también es el resultado de un interminable sufrimiento ocasionado por las guerras -calientes y frías-.
La Europa actual goza de un común denominador cultural que le da unidad, tiene una organización politico-comercial compartida por todas las naciones que la forman, las gentes de cada uno de los países son ciudadanos de Europa y en toda ella se comparte una misma moneda y, más o menos, un mismo estado de bienestar.
El imperio Romano, como la Europa actual, prácticamente desde sus inicios, estuvo herido de gravedad por el infernal daño de la corrupción.
En el imperio Romano,
como en la Europa actual,
LA CORRUPCIÓN de los líderes y su manipulación sobre las personas, sobre el dinero y sobre los bienes de producción afectó gravísimamente al común de los mortales que lo habitaban …
Entre la larga lista de males que llovían sobre el imperio, podemos resaltar unos pocos …
Las crisis económicas eran reiteradas, se perdieron los valores humanos más fundamentales, se universalizó la promiscuidad, el por los romanos originalmente despreciado «amor griego» se convirtió en una actitud de vida habitual en todas las zonas del imperio, se despoblaron muchos territorios, se fue abandonando progresivamente la defensa de las fronteras, cayó gravísimamente la natalidad y se incrementó el infanticidio.
El imperio romano se vio obligado a tomar medidas -que resultaron insuficientes y tardías- al estilo de como la Europa de hoy las toma también. De entre ellas vamos a destacar alguna.
El imperio prohibió el aborto, pues cada vez había menos hombres para el ejército.
Se obligó a los esclavos a tener pareja desde muy jóvenes.
Se prohibió también abandonar el oficio propio de la familia de la que cada quien provenía.
Los militares no podían licenciarse hasta después de veinte años de servicio.
Para evitar que se despoblaran las zonas rurales y que se abandonara la agricultura, el imperio prohibió a la gente de campo mudarse a las ciudades
En Europa
hay cada día más entierros que nacimientos. Aún así, no sólo no se ilegaliza el aborto, sino que se sigue promoviendo.
El desempleo y la falta de oportunidades para desempeñarse en lo que las personas se han venido capacitando hacen que la edad de casarse sea muy tardía.
El hedonismo, el afán de pasarlo bien y rechazo del compromiso hace que las parejas «casadas o parecido» prefieran gastar en anticonceptivos en vez de gastar en pañales.
Como resultado, son muchísimas parejas las que nada más tienen un hijo o dos. Y se ha hecho socialmente incorrecto tener familia numerosa.
Y, por si no fuera suficiente el daño a la población que se ha venido haciendo durante años, a los políticos europeos se les ocurre la genialidad de legalizar el concubinato homosexual y disimular la aberración que cometen llamándolo «matrimonio igualitario».
La sociedad del Imperio Romano
era una sociedad en progresivo y cotidiano suicidio. Y, aún así, los pueblos de fuera del imperio lo veían como una especie de paraíso y buscaban la manera de establecerse en él.
Para quien tiene la capacidad de relacionar los tiempos pasados con el presente y buscarle a los acontecimientos sus causas y consecuencias, es innegable que
la sociedad de la Europa actual
vive en un suicidio progresivo.
Y, como le sucedió al Imperio Romano, también las gentes de las naciones extra europeas miran a Europa como si fuera un paraíso y tratan de llegar a ella del modo que sea, aunque se mueran en el camino.
De este paralelismo migratorio sucedido durante los siglos finales del Imperio Romano y el que se está dando en la Europa de hoy hablaremos en la próxima entrada.
SE VIENE UNA GUERRA CIVIL PANEUROPEA 